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Katherine Paterson

  • Ashley Wilsoncompartió una citahace 2 años
    es bonito que alguien te adore. Aunque en ocasiones es incómodo.
  • Ashley Wilsoncompartió una citahace 2 años
    Le habría gustado enseñar los dibujos a sus padres, pero no se atrevía.
  • Ashley Wilsoncompartió una citahace 2 años
    ¿quién se preocupaba de cómo se sentía? Los fines de semana no era mejor.
  • Ashley Wilsoncompartió una citahace 2 años
    Ella podía correr tras él y cogerle y besarle. Jess sentía un dolor por dentro cuando veía a su padre subir a las pequeñas en sus hombros o se agachaba para darles un abrazo. Le parecía que creían que era demasiado grande para esas cosas desde que nació.

    Justo en el DADDY ISSUES

  • Ashley Wilsoncompartió una citahace 2 años
    —Has terminado muy tarde de ordeñar, ¿no, hijo? —fue lo único que su padre le dijo directamente en toda la noche.
  • Ashley Wilsoncompartió una citahace 2 años
    —Si tienes tanto miedo de la vaca —dijo una voz—, ¿por qué no saltas la valla?

    Se detuvo cuando ya estaba en el aire, como en una toma televisiva a cámara lenta, y se volvió, casi perdiendo el equilibrio, para mirar a su interrogador, que estaba sentado en la valla más próxima a la casa de los Perkins, con las piernas morenas y desnudas colgando. Quienquiera que fuese tenía el cabello castaño, muy corto, con puntas aquí y allá, y llevaba puesta una especie de camiseta azul con unos vaqueros desteñidos cortados por encima de las rodillas. Realmente, no se podía saber si era un chico o una chica.

    —Hola —dijo él o ella, señalando con la cabeza la vieja casa de los Perkins—. Acabamos de instalarnos.

    Jess se quedó quieto donde estaba, mirando fijamente.

    Él o ella se deslizó para bajar de la valla y caminó hacia él.

    —Creo que estaría bien que nos hiciéramos amigos —dijo—. No hay nadie más por aquí cerca.

    Era una chica, decidió. Sin duda era una chica, pero no podría saber explicar por qué se sintió tan seguro de repente. Era más o menos de su misma estatura, aunque cuando la tuvo más cerca descubrió con satisfacción que no era tan alta.

    —Me llamo Leslie Burke.

    Para colmo tenía uno de esos estúpidos nombres que valen tanto para chicos como para chicas.

    —¿Ocurre algo?

    —¿Qué?

    —Que si ocurre algo.

    —Sí. No. —Señaló con el pulgar hacia su casa y luego se apartó el cabello de la frente—. Jess Aarons. (Qué lástima que la niña de May Belle no fuera del tamaño adecuado). Bueno, bueno. —Hizo un movimiento con la cabeza—. Hasta luego. —Volvió hacia su casa. Ya no podía correr más esa mañana. Mejor sería que ordeñara a Miss Bessie para quitarse aquello de encima.

    Te amo mi niña hermosa 💗

  • Ashley Wilsoncompartió una citahace 2 años
    Iba vestida del mismo modo, con los desteñidos vaqueros cortados y la camiseta azul. La clase soltó un grito de sorpresa que sonó como el vapor que se escapa cuando se abre un radiador. Los otros estaban allí impecablemente vestidos con sus ropas de domingo. Hasta Jess tenía puestos sus únicos pantalones de pana y una camisa planchada.

    Aquella reacción no pareció molestarla. Se quedó allí delante de todos, diciendo con los ojos: «Bueno, aquí estoy yo» en respuesta a las atónitas miradas, mientras la señora Myers correteaba por el aula buscando un sitio para un pupitre más. El aula era pequeña, estaba en un semisótano y sus cinco filas de seis pupitres cada una la llenaban por completo.
  • Ashley Wilsoncompartió una citahace 2 años
    Jess se levantó y fue hacia adelante. Cuando pasó al lado del pupitre de Leslie ésta le sonrió y movió sus dedos en una especie de saludo. Le contestó con un movimiento de la cabeza. Sentía cierta lástima por ella. Debe de ser muy embarazoso estar sentada a la vista de todos con un vestido tan raro en el primer día de curso. Y para colmo no conocer a nadie.
  • Ashley Wilsoncompartió una citahace 2 años
    Cielos, ¿por qué no podían dejar en paz a la gente? ¿Y por qué demonios no podía comer Leslie Burke lo que le diera la gana?
  • Ashley Wilsoncompartió una citahace 2 años
    Cuando llegaron a la parada tomó a May Belle de la mano y la bajó a rastras, sabiendo que Leslie estaba detrás de ellos. Pero ella no intentó volver a hablarle ni tampoco les siguió. Se marchó corriendo a la vieja casa de los Perkins. La siguió con la vista. Corría como si para ella fuera algo natural. Recordó el vuelo de los patos salvajes en otoño. Igual de fluido y uniforme. Le vino a la cabeza la palabra «hermosa» pero la rechazó y apresuró el paso hacia casa.
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