Santa Teresa de Jesús

  • Gracielacompartió una citahace 2 años
    la perfección verdadera es amor de Dios y del prójimo, y mientras con más perfección guardaremos estos dos mandamientos, seremos más perfectas. Toda nuestra Regla y Constituciones no sirven de otra cosa sino de medios para guardar esto con más perfección. Dejémonos de celos indiscretos, que nos pueden hacer mucho daño: cada una se mire a sí.
  • Gracielacompartió una citael año pasado
    Pues consideremos que este Castillo tiene, como he dicho, muchas Moradas, unas en lo alto, otras en bajo, otras a los lados; y en el centro y mitad de todas éstas tiene la más principal, que es adonde pasan las cosas de mucho secreto entre Dios y el alma.
  • Gracielacompartió una citael año pasado
    que así como no nos hace daño considerar las cosas que hay en el cielo, y lo que gozan los bienaventurados, antes nos alegramos y procuramos alcanzar lo que ellos gozan, tampoco nos hará ver que es posible en este destierro comunicarse un tan gran Dios con unos gusanos tan llenos de mal olor, y amar una bondad tan buena, y una misericordia tan sin tasa.
  • Juan Bernalescompartió una citael año pasado
    Y aunque por esta vía de no poder obrar con el entendimiento llegan más presto a la contemplación si perseveran, es muy trabajoso y penoso. Porque si falta la ocupación de la voluntad y el haber en qué se ocupe en cosa presente el amor, queda el alma como sin arrimo ni ejercicio, y da gran pena la soledad y sequedad, y grandísimo combate los pensamientos.
  • b8184869067compartió una citahace 10 meses
    treinta y tres años
  • b8184869067compartió una citahace 10 meses
    Muy apacible y de harto entendimiento.
  • b8184869067compartió una citahace 10 meses
    para siempre, siempre, siempre! En pronunciar esto mucho rato era el Señor servido me quedase en esta niñez imprimido el camino de la verdad.
  • ecompartió una citahace 7 meses
    Comencé a ponerme vestidos que llamaran la atención por su belleza, deseando parecer hermosa, cuidando mucho de mis manos, mi cabello, mis perfumes y todas las vanidades que podía tener, que eran muchas porque era muy escrupulosa con el aseo.
  • ecompartió una citahace 6 meses
    Porque si en esta edad hubiera tenido quien me enseñase a temer a Dios, el alma hubiera tomado fuerzas para no caer.
  • ecompartió una citahace 6 meses
    Porque siempre he tenido en mucho el dar contento a otros, aunque a mí me provocara pesar;
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)