Marian Ochoa de Eribe Urdinguio

  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    Pero se echaron a temblar cuando ante ellos apareció otro milagro: un montón de tubos que brotaban de un cubo donde hervía una espuma negra, cerebral, llena de estrellas; de esta especie de chimeneas emanaba humo. El humo cuaja en esferas temblorosas, efímeras, que giran por el aire suavemente, pues todas son planetas de verdad, con pueblos y reyes, con flora y fauna, con leyes incomprensibles, con historias sangrientas, con inventos, con genios, señores y esclavos, con enfermedades, con cristales… Todas, todas confían en ser inmortales, pero finalmente todas estallan como pompas de jabón, pues la mentira, la tiranía y la estupidez acaban por vencer a la verdad y la destruyen.
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    El que aspira al poder no reconoce en este mundo ni madre ni padre, arrolla a millones de esclavos y los somete al trabajo; él, que no ha trabajado jamás. A sus hijos los coloca sucesivamente en los mejores puestos. Quien lo consigue es grande. El que se afianza en su posición domina junto con los advenedizos que lo apoyan.
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    Y luego, al proclamado se le dedican unos himnos tan odiosos que te preguntas qué es más ruin y más vergonzoso, ¿ser el déspota o el artista que adula a semejante bestia? Señor, ¿dónde está el hombre noble que te permitirá olvidar el vómito y la inmundicia de este mundo? ¿Dónde está el justo de Sodoma? ¿Dónde está aquel al que Diógenes buscaba día y noche con una vela de la que goteaba una cera límpida como una lágrima?
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