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Dario Fo

  • Victor Avilés Velazquezcompartió una citahace 8 días
    Me he permitido este inciso porque a menudo vuelve el discurso irritado de que no hay que «reírse» de cosas tan serias.

    Y precisamente el pueblo nos lo ha enseñado: recordemos, a propósito del pueblo, lo que dice Mao Tse-tung sobre la sátira. Dice que la sátira es el arma más eficaz que el pueblo ha tenido en sus manos para comprender por sí mismo, dentro de su propia cultura, todas las triquiñuelas y prevaricaciones de los señores.
  • Victor Avilés Velazquezcompartió una citahace 8 días
    ¡Sin duda es la mayor blasfemia que se haya oído jamás! Es como decir: «Padre, todopoderoso, ¡eres basura de la peor especie! No hay un padre tan canalla como tú». ¿Y por qué tanto odio del pueblo hacia el todopoderoso? Lo hemos visto antes. Porque el todopoderoso representa lo que los señores han enseñado al pueblo, es quien ha repartido, quien ha concedido tierras, poder, privilegios a un determinado grupo de personas, y por el contrario disgustos, desesperación, sumisión, aflicción, humillación al resto del pueblo. Por eso odian a Dios, porque representa a los amos, es quien distribuye coronas y privilegios; mientras que aman a Jesucristo, porque baja a la tierra para tratar de devolverle la primavera. Y, sobre todo, la dignidad. En estas historias del pueblo, el discurso de la dignidad aparece continuamente, con increíble insistencia. La dignidad.
  • Victor Avilés Velazquezcompartió una citahace 7 días
    En un determinado momento, el ciego dice: «No es dignidad tener las piernas derechas, tener ojos que ven, dignidad es no tener un amo que te someta». La auténtica libertad consiste en no tener amos, no solo yo, sino vivir en un mundo donde nadie tenga un amo. Y esto, fijaos bien, en torno a los siglos XIII-XIV.
    Por supuesto, estas cosas no las enseñan en los colegios, pues que los chicos sepan que ya en la Edad Media los pobres desgraciados comprendían ciertas barbaridades, el significado de la explotación, resulta muy peligroso.
  • Victor Avilés Velazquezcompartió una citahace 7 días
    Para contar esta historia, entonces, tenemos al personaje del borracho, el personaje-guía de esta juglaría. El personaje cuenta cómo, en un banquete nupcial, se emborrachó con el vino fabricado, inventado expresamente por Jesucristo. Jesucristo, pues, se convierte en Baco, y en un determinado momento se le representa de pie encima de una mesa, mientras grita a todos los comensales: Emborrachaos, gentes, festejad. Sed felices, es lo que importa: no esperéis el paraíso después, el paraíso también está aquí en la tierra. Justo lo contrario de lo que nos enseñan en las clases de religión, de niños, cuando nos explican que, bueno, hay que aguantar... estamos en un valle de lágrimas... no todos pueden ser ricos, a unos les va bien y a otros mal, pero luego todo se compensará cuando estemos en el cielo... portaos bien, sed buenos y no deis la lata. Más o menos.
  • juancrossettecompartió una citahace 8 días
    Al fin y al cabo, Dios siempre ha sido un buen pretexto que esgrimir para aquellos que quieren cometer horrores haciéndolos pasar por actos de caridad.
  • juancrossettecompartió una citahace 5 días
    El problema de la esclavitud no es en realidad la falta de libertad
  • juancrossettecompartió una citahace 8 días
    Al fin y al cabo, Dios siempre ha sido un buen pretexto que esgrimir para aquellos que quieren cometer horrores haciéndolos pasar por actos de caridad.
  • juancrossettecompartió una citahace 5 días
    El problema de la esclavitud no es en realidad la falta de libertad
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