Ruta Sepetys

Algunos de los alumnos se habían quejado antes de ir. ¿Cómo podían quejarse de una excursión a un museo de arte? Yo llevaba meses esperando impaciente a que llegara ese gran día.

Y papá reconocería el mío. A eso se refería antes. Podría encontrarme si dejaba un rastro de dibujos

Partisanos –declaró el calvo–. Intentan ayudarnos. Llama su atención

Miré sus marcas, y me imaginé dibujando cabecitas encima de cada una, con pelo, ojos, nariz y boca.

Alemania y la URSS. Alemania ha entrado en Lituania –gritó–. ¿Me han oído? ¡Los alemanes están en Lituania!

verdad pensarían que eran ladrones y prostitutas

Estaba guapo cuando sonreía

seis semanas de viaje, cuando llevábamos tres días sin comer ni beber, por fin el tren se detuvo

de la región de Altái, justo al norte de China

Pensé en la barra de pan que había dejado en el alféizar de mi ventana, todavía esponjosa y calentita, recién sacada del horno. Ojalá pudiera comerme un bocadito. Solo una pizquita de nada