Mariana Osorio Gumá

Qué es la vida? Es muy sencillito: la vida es tu casa, tu familia, el patio, los amigos, la respiración, la alegría, el amor, el enojo, el sueño, los libros, la lucha de clases. La vida eres tú

¿Qué es la vida? Es muy sencillito: la vida es tu casa, tu familia, el patio, los amigos, la respiración, la alegría, el amor, el enojo, el sueño, los libros, la lucha de clases. La vida eres tú

—¿Qué es la vida? Es muy sencillito: la vida es tu casa, tu familia, el patio, los amigos, la respiración, la alegría, el amor, el enojo, el sueño, los libros, l

Tener fe en el hombre es creer que podemos tener una vida mejor entre nosotros. ¿Cachay?

Si papá cree en el hombre, eso quiere decir que los miliconstruos no son hombres, porque no creo que él crea en ellos.

Ya lo decía Pato: son extraterrestres, monstruos cuchivilus asqueturientos que vienen del fondo de la Tierra.

Tenía ganas de meterme entre los brazos de mamá y apretarla fuerte. O que papá estuviera aquí, me abrazara y me dijera eso que siempre decía: “Tranquila, Mar. Todo va a estar bien”.

Aunque ya sé que cuando un grande dice eso es porque nos va a llevar la chucha.

Allanaron y desaparecido. Diría que son palabras feas. Aunque no sé si una palabra es fea de nacimiento o se hace fea. La cuestión es que, cuando oigo allanado, trato de pensar en una piscina o en el mar: allá nado. Así intento hacerla linda, porque da pena por ella. ¿Qué culpa tiene esa palabra de lo que hacen los milicos? Pero por más que lo intento no lo consigo. Y al tiro me vienen esas
otras ideas de humo, fuego, tristeza, como llenas de suciedad, de sangre, de la que se llenan las cuestiones que escucho.

Papá siempre me ha dicho que yo soy filósofa, que nací preguntona, pero lo que me gusta de verdad es jugar con las letras. Poner letras y hacer palabras. Que aparezcan ideas, como si aparecieran cosas en el papel, aunque no aparezcan porque donde aparecen de verdad es en la mente de quien las lee, como cuando practicábamos con la profesora Vicky. Pura magia. Ella siempre dijo que escribir es lindo. Leer es bueno.

Ni tampoco entendí ni güichi cuando papá enterró los libros y quemó las revistas. Y no lo entendí porque siempre me dijo que no debíamos maltratar los libros, que debíamos cuidarlos para que mucha gente los leyera. Porque alegran el corazón. Y porque hacen que el universo de cada uno se vuelva más grande.

Como si esa cajita de música, llena de vida y alegría, fuera a hacerle daño.