bookmate game

Liliana Bodoc

  • Lizzette Canocompartió una citahace 2 años
    Wilkilén era una forma de la vida, y como todas debía acabar un día. Pero era mi atribución realizar esa faena. ¡Era mi honor deshacer su materia inocente y devolverla para un nuevo destino!
  • Lizzette Canocompartió una citahace 2 años
    Será como mirar el cielo y ver que le arrancaron un pedazo.
  • Lizzette Canocompartió una citahace 2 años
    La inocencia del mundo estaba muerta. Y él iba a sepultarla.
  • Lizzette Canocompartió una citahace 2 años
    En sus dos límites, el del origen y el del final, la Creación hace silencio para comprenderse.
  • Lizzette Canocompartió una citahace 2 años
    —Ya puedes descansar —siguió Thungür—. Duerme ahora. Y ni siquiera te canses en soñar, que nosotros soñaremos por ti.
  • Lizzette Canocompartió una citahace 2 años
    —Cada uno de nosotros sabe que todo ha cambiado para siempre —decía Thungür—. Pero es ése el destino de lo que vive…
  • Natali Sánchezcompartió una citahace 2 años
    —Mi mamá también.

    —¿Por qué lo habrán hecho? —Juanjo parecía asustado.

    —Debe de haber sido para que algo quedara en su sitio.

    A veces, la vida se comporta como el viento: desordena y arrasa. Algo susurra, pero no se le entiende. A su paso todo peligra; hasta aquello que tiene raíces. Los edificios, por ejemplo. O las costumbres cotidianas
  • Natali Sánchezcompartió una citahace 2 años
    No es raro que aquel verano terminara en lluvia. Digo que no es raro porque mi hermano y la lluvia se parecían un poco: eran inevitables; llegaban, ensuciaban y se iban; se adueñaban del mundo y yo tenía que mirar desde adentro.
  • Natalia Carolinacompartió una citael año pasado
    Dentro de los muros, perros y ovejas transitaban con total libertad transformando en un estercolero lo que pudo ser un jardín. Apenas casada, Oropelia intentó plantar flores y árboles frutales, pero cualquier brote sucumbía bajo el hambre perpetua de las ovejas o se quemaba por el orín de los perros. Tal vez aquello fue el primer símbolo del poder de su esposo, de la supremacía del estiércol sobre las rosas.
  • Natalia Carolinacompartió una citael año pasado
    Era un hombre delgado y alto. Sus arrugas profundas no hablaban de decrepitud sino de intensidad. En él, la vejez lucía vigorosa.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)