Máximo Gorki

Com-

prendo ahora que se vengaba sobre ti de su

propia miseria, de la miseria de la vida, que lo

ahogaba sin que él comprendiese por qué.

reavivaban dulcemente el sentir apagado de

una insatisfacción oscura de la existencia,

Debemos saber, de-

bemos comprender dónde está el origen de la

dureza de nuestras vidas.

La luz de la razón debe iluminar-

nos: si queremos esclarecer a quienes están en

tinieblas, debemos poder responder a todas las

preguntas, honrada y fielmente. Debemos co-

nocer toda la verdad y toda la mentira...

Natacha llegaba aterida, fatiga-

da, pero trayendo siempre consigo una inago-

table provisión de alegría y entusiasmo.

pero su corazón estaba ahogado por la piedad,

y su lengua se negaba a obedecerla.

miraba con terror su rostro amarillo y

sentía en este hombre un enemigo sin piedad,

un corazón lleno del desprecio del aristócrata

por el pueblo.

Torturan el alma. . Es mucho peor, con sus

manos sucias...

pero cada palabra que pronun-

ciaba caía sobre la cabeza de la madre, como un

rudo puñetazo que la aturdía.

corazón da la fuerza, pero no

la razón. ¡Eso es!