Las historias de amor no empiezan cuando tememos que alguien no quiera volver a vernos, sino cuando ese alguien decide que no le importaría vernos a todas horas; no cuando pueden largarse siempre que quieran, sino cuando pronuncian unos votos solemnes con los que se comprometen a retenernos, y a ser retenidos, para siempre.
🤨 no lo sé