Hans Christian Andersen

En lo más profundo del océano viven las sirenas, mujeres bellísimas de largos cabellos y una gran cola de pez en lugar de las piernas que tenemos los humanos.

Cerillas! ¡Cerillas! ¡Tengo cerillas! ¡Son de madera!

En lo más profundo del océano viven las sirenas, mujeres bellísimas de largos cabellos y una gran cola de pez en lugar de las piernas que tenemos los humanos. Hace

mucho tiempo, el rey de las sirenas había quedado viudo y su madre se ocupaba de la educación de las seis hijas del monarca

El día que la más pequeña de las sirenas cumplió quince años, se celebró una gran fiesta en el reino de coral de los seres submarinos; los peces bailaban con las ostras y los tritones formaban guardia delante de palacio

"Cuando cae una estrella, es que un alma sube hasta el trono de Dios".

Cogió a la niña bajo el brazo, y las dos se elevaron en medio de la luz hasta un sitio tan elevado, que allí no hacía frío, ni se sentía hambre, ni tristeza: hasta el trono de Dios.

¡Muerta, muerta de frío en la Nochebuena!

Pero nadie pudo saber las hermosas cosas que había visto, ni en medio de qué resplandor había entrado con su anciana abuela en el reino de los cielos.

En mi fuero interno deseé que los osos ganaran a veces en tales ocasiones