El hecho de que esta magnificencia se hubiera iniciado con un asesinato le resultaba, cuando tenía conciencia de ello, por completo indiferente. Ya no podía recordar la imagen de la muchacha de la Rue des Marais, ni su rostro ni su cuerpo. Pero conservaba y poseía lo mejor de ella: el principio de su fragancia.
Opiniones
Karim Olveracompartió su opiniónel mes pasado
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Me encantó, muy bien narrado, espléndida historia
mcaguilargcompartió su opiniónel mes pasado
👍Me gustó
Buen libro 👍🏻
Aida Rodriguezcompartió su opiniónel mes pasado
👍Me gustó
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