Lucía Melgar

“Elena Garro tuvo que purgar dos virtudes que casi nunca le ha perdonado la sociedad a la mujer: ser brillante y ser libre”.

Elena poblando los recuerdos, las reminiscencias, los juicios aprobatorios y reprobatorios, la multinombrada, la omnipresente, la protagonista de episodios, aventuras, anécdotas... La heroína o la villana (nunca medias tintas) de una historia

Algo que verdaderamente la enfurecía era que catalogaran su obra dentro del llamado realismo mágico.

Quien se deja llevar por la magia de las palabras corre el riesgo de confundir ficción y realidad.

¡Aquí en México violan tanto!, en cualquier época del año, que esté de moda o no esté de moda...

Ya ves que los mexicanos, cuando hay un fiambre van todos detrás, en manada, aunque no sepan de quién se trata.

Yo sí tenía mucho sentido del humor. Pero aquí en Cuernavaca se me ha acabado...

La soledad no me parece trágica. Trágica para el diablo porque no tiene afecto. Pero si estás con alguien que te lo da no es malo estar solo. Lo malo es estar rodeada de una multitud

Para mí ser pobre era como un don de Dios

Como seres humanos, a donde quiera que vayan, serán los mismos porque uno lleva la derrota dentro. Cambiar de lugar no cambia nada