Lo que andaba mal contigo cuando te vi, y lo que anda mal contigo ahora, es que no te gusta aceptar la responsabilidad de lo que haces -dijo despa cio, como para darme tiempo de entender sus pala bras-. Cuando me estabas diciendo todas esas cosas en la terminal, sabías muy bien que eran mentiras. ¿Por qué mentías?