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Thomas Olde Heuvelt

  • Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
    si había algo que los habitantes de Black Spring valoraban más que la urgencia, era un cauteloso empeño en no inmiscuirse nunca demasiado en los asuntos de Katherine
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
    Pese a que cuando Katherine recibió el impacto no se oyó ningún golpe ni se vio ningún reguero de sangre, la gente empezó a acercarse desde todas partes con la urgencia que los vecinos del pueblo demuestran siempre que se produce un accidente
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
    Hacía bastante que la abuelita no se pasaba a visitarlos, pero daba igual la frecuencia con la que se presentara: Fletcher no se acostumbraba a ella jamás
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    apariencia era la de algo que no casaba con la luz clara y dorada del atardecer: oscura, sucia, nocturna. Jocelyn le había puesto un paño de cocina viejo en la cabeza para que no se le viera la cara
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    había una mujer diminuta, encogida, flaca como un alfiler e inmóvil por completo
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Ya sabes que me pone los pelos de punta cuando nos mira así. Sé que es ciega, pero a veces me da la sensación de que eso da igual.
    —¿Cuánto rato lleva ahí? Porque acabo de verla en el pueblo.
    —Menos de veinte minutos. Apareció justo antes de que llegaras a casa
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Pero, en serio, papá: imagínate que tuvieras dos botones delante, y si pulsas uno, muere tu hijo (es decir, moi), y si pulsas el otro, muere toda una aldea de Sudán; y si no te decides antes de que cuenten hasta diez, los dos se pulsan de forma automática. ¿A quién salvarías
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Pues claro que dejaría morir a la aldea y no a ti. ¿Cómo iba a sacrificar a mi propio hijo?
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    De la honestidad —respondió Tyler—. Cualquiera que diga que salvaría a Sudán está mintiendo. Y todo el que se niegue a contestar se limita a ser políticamente correcto. Se lo hemos preguntado a todos los profesores y la única honesta ha sido la señorita Redfearn, la de filosofía. Y tú. —Oyó a su hermano pequeño bajar en tropel por la escalera y vociferó—: Si tuvieras que dejar morir a alguien, Matt, ¿a quién elegirías, a todo Sudán o a nuestros padres?
    —A Sudán —fue la respuesta inmediata
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Uf, no paran de darme el coñazo. Lo he dicho en otras ocasiones y volveré a repetirlo, amigos míos: vivo en una dictadura. La libertad de expresión corre serio peligro en manos de la generación precedente
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