Gleen Black

  • Teresa Soriacompartió una citael año pasado
    —Oh, bien, princesa. Otro día.

    —Emilie, su nombre es Emilie Greystone. —Mi boca no puede estar más abierta, ¿qué mierda...?

    Hace una inclinación de cabeza mirando a Harry
  • Teresa Soriacompartió una citael año pasado
    —Te lo advertí, esta ciudad es mía y he decidido tenerte para mí. Eres mía ahora, Emilie Greystone.

    —¿Así es como te llevas a las mujeres a la cama?

    —No, así te llevo a casarte conmigo.
  • Teresa Soriacompartió una citael año pasado
    —Esto no está sucediendo. Primero soy una oveja y ahora un ratón.

    —Eres una pantera, cara mia4.

    —¿Cara mia?

    —En italiano, es querida mía.

    —¿Eres italiano?

    —Mi familia sí
  • Teresa Soriacompartió una citael año pasado
    —Sí. —Aclaro mi garganta de forma educada.

    —Tranquila, Emilie, no voy a comerte.

    ¿Por qué siento que está mintiendo? ¿Es otra vez la paranoia?
  • Teresa Soriacompartió una citael año pasado
    No tengo ningún tipo.

    —¿Qué significa eso?

    —¿Venimos a hablar de mi tipo de hombre? —reprocho evitando responder. No le voy a decir a un extraño que no tengo ningún tipo de hombre porque solo he besado dos veces y no fueron con fuegos artificiales o mariposas en mi estómago.

    —No sé tú, pero yo vine a seducirte —
  • Teresa Soriacompartió una citael año pasado
    —¿Qué puedes decir de mí?

    —No voy a entrar en tu juego.

    —Creo que ya es tarde, cara6.

    —Tan confiado.

    —Gracias.

    —No fue un cumplido.

    —Ese llegará después de follarte.

    —Ni en tus mejores sueños —replico.

    —Ya que lo mencionas, tuve uno
  • Teresa Soriacompartió una citael año pasado
    ¿Tienes miedo de morir?

    —No —digo rápido, y Cavalli se sorprende.

    —¿A qué le tienes miedo?

    —A vivir —declaro—. Vivir me aterra
  • Teresa Soriacompartió una citael año pasado
    Tomo el bóxer y me hinco a los pies de Emilie, ella jadea.

    «Si supieras, pequeña mía, quién soy, de dónde he salido y a qué me dedico». Nunca he estado de rodillas ante nadie. Hombres llenos de poder se han arrodillado ante mí y otros han caído en mis manos, su sangre, la de sus familias. «Y aquí me tienes de rodillas a tus pies, Emilie Greystone»
  • Teresa Soriacompartió una citael año pasado
    —Cristo, siempre hueles tan bien. —Por un minuto creo que las palabras han salido de mis labios, pero no es así.

    —Te fuiste —digo.

    No quiero que suene como reclamo, pero es justamente como suena.

    —Quería ser fuerte —aclara—. Tú, sin embargo, has complicado todo.

    —¿Yo?

    —Parece que te sueño y te vivo, Em. Cada segundo más.
  • Teresa Soriacompartió una citael año pasado
    —¡Me importa una mierda quién da las órdenes! ¡Me robaste mi vida, mi derecho a elegir mi propio marido! ¡Mi vida!

    —Juegas con mi paciencia, ¿tan difícil es entender a quién perteneces?

    —¡No debería pertenece a nadie salvo a mí misma!
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)