He aquí otra razón para aceptarlas mejor: ellos no han elegido tener una personalidad difícil. Mezcla de herencia y de educación, han desarrollado comportamientos que les han fallado, y podemos pensar que ellos no son del todo responsables. ¿Quién elegiría ser ansioso, demasiado impulsivo, desconfiado, dependiente de los demás o muy obsesionado con los detalles?