cogió su barbilla y tiró de él para besarlo levemente. Ty respondió con entusiasmo, acercándose más y deslizando su mano por la cintura de Zane para empujarlo hacia él. Rodó hasta que tuvo a Zane debajo suyo, pero sus acciones eran más gentiles de lo que acostumbraban a ser (después de todo, estaba intentando no hacer mucho ruido). Sabía que su vieja cama tendía a crujir aunque no hubiera mucho movimiento.
Zane notó que estaba intentando no hacer ruido. No hizo nada que pudiera ser escuchado, manteniendo las manos bajo la almohada y alargando la cara para recibir más besos. Ty dejó que sus manos se movieran por los brazos de Zane hasta sus muñecas, sacándolas de debajo de la almohada y le apresó contra el colchón, aún besándolo lentamente.
Zane abrió las manos, extendiendo los dedos, pero no intentó liberarse.
Persiguió la lengua de Ty con la suya, alargando el beso. Era un momento desconcertantemente tierno, cosa rara para ellos.