Fue el valle de Maravatío, antes de los cataclismos que en México cambiaron la arquitectura terrestre, el curso de los ríos y el
color y calor de los cielos, un lago. Llamábase Maravatío, que en lengua michoacana quiere decir “lugar de pesca”, y en su longitud y latitud, hacia el primer tercio del siglo pasado, tenían asiento siete pueblos, aparte de Maravatío: Tziritzícuaro, Tungareo, San Miguel el Alto, Cusinguato, Uripitío, Tupataro y Yurécuaro.