Al final, y por mucho que uno se queje, se abraza la miseria como se abraza cualquier cosa en la que hayamos sido criados: por la fuerza de la costumbre
Lila en septiembrecompartió una citahace 2 años
Los preparativos hacían que todos en la casa olvidáramos el diagnóstico, las pastillas y el poco tiempo que le quedaba a mi abuela, y yo hasta podía olvidar la pena de amor que asolaba mi tierno corazón.
Lila en septiembrecompartió una citahace 2 años
Hola, sí, la abuela se está muriendo. Quiere que todos vengan a verla, vamos a carnear dos corderos. No faltes”.
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