«Amigos, vosotros seguís confiando en vuestras armas y en vuestro coraje. Pero mientras tanto vamos envejeciendo aquí, sin gloria, consumiéndonos en una guerra sin fin. Creedme: será con la inteligencia, y no con la fuerza, como nosotros conquistaremos Troya. ¿Veis ese magnífico caballo de madera construido por Epeo? Escuchad mi plan: algunos de nosotros entraremos ahí dentro, sin miedo. Todos los demás, después de haber quemado los campamentos, dejarán desierta la playa, zarpando mar adentro hasta ir a esconderse tras la isla de Ténedos. Los troyanos tienen que creer que nos hemos marchado de verdad. Verán el caballo: lo tomarán como un homenaje a su valor, o como un regalo para la diosa Atenea. Confiad en mí: lo llevarán detrás de las murallas y eso será su fin.»