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Kyusaku Yumeno

  • Mildred Osiriscompartió una citahace 2 años
    Paso un día tras otro sin un objetivo en el horizonte ni una esperanza en la que confiar, dentro de un mundo vacío
  • Mildred Osiriscompartió una citahace 2 años
    Mientras que no paro de pensar que tengo que hacer algo, me siento incapaz de hacer nada.
  • Mildred Osiriscompartió una citahace 2 años
    Poco a poco comencé a sentir cada vez con mayor intensidad que el vacío que yacía en lo más hondo de mi corazón y el vacío que se hallaba más allá del azul del cielo eran exactamente la misma cosa. Y además, comencé a pensar que el hecho de morir era algo sencillo y sin importancia.
  • Mildred Osiriscompartió una citahace 2 años
    Me convertí en una mujer que sentía en su interior teñido de melancolía el enorme vacío que fluye por el universo
  • Mildred Osiriscompartió una citahace 2 años
    La corriente que impulsa el vacío de mi corazón y la corriente que impulsa el vacío del universo poco a poco van sintonizando su movimiento.
  • Mildred Osiriscompartió una citahace 2 años
    no hace falta decir que la vida es un campo de batalla.
  • Mildred Osiriscompartió una citahace 2 años
    y creo que no me equivoco demasiado si digo que en este mundo, si no se es lo suficientemente cruel y no se tiene la suficiente sangre fría como para arrollar todo rastro de humanidad, resulta del todo imposible convertirse en vencedor.
  • Yuliana Martinezcompartió una citahace 2 años
    Yuriko Himegusa se ha suicidado.

    Aquella muchacha, inocente, pura y delicada como su propio nombre[2], ha cometido suicidio maldiciendo el nombre de usted y el mío
  • Yuliana Martinezcompartió una citahace 2 años
    ha terminado convirtiéndose en un escalofriante y amenazador paisaje del infierno que se ha aparecido ante ella misma, transformándose en un pozo en el que su propia creadora ha debido enterrarse.
  • Yuliana Martinezcompartió una citahace 2 años
    Dentro del sobre blanco había unas hojas de papel corriente, pero la escritura era, sin lugar a dudas, la del lápiz de Yuriko Himegusa, que en algunas partes estaba feamente borrosa, y que en otras aparecía temblorosa, provocando una inquietante sensación de desasosiego
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