Màxim Huerta

  • Natali Sánchezcompartió una citahace 2 años
    En­ve­je­cer es solo para va­lien­tes
  • Natali Sánchezcompartió una citahace 2 años
    Lle­vo olien­do la muer­te des­de que era niño. Y he te­ni­do mie­do a ella des­de en­ton­ces. Mie­do a per­der­la. No ha cam­bia­do nada. Solo que aho­ra está cer­ca y es un tiem­po ex­tra­ño de des­cuen­to
  • Natali Sánchezcompartió una citahace 2 años
    Se está bien por­que es­ta­mos bien en esa pau­sa. Así ha sido des­de hace años, su­pon­go que to­dos los que ten­go: es­tar ca­lla­dos, es­tar jun­tos y no ha­cer pre­gun­tas. Ha bas­ta­do con un «¿es­tás bien?». Por­que es­tar es el ver­bo que me­jor y más he­mos con­ju­ga­do. He­mos es­ta­do.
  • Natali Sánchezcompartió una citahace 2 años
    nos que­da­mos mu­dos, como nos gus­ta, en esa pre­sen­cia fir­me que solo ofre­ce el amor. Lo no di­cho es, en oca­sio­nes, más im­por­tan­te. Por­que pesa, por­que no cabe por la boca, por­que pal­pi­ta en el si­len­cio. Y cre­pi­ta la leña, en­cen­di­da, vio­len­ta­men­te su­til en la es­qui­na del sa­lón.
  • Natali Sánchezcompartió una citahace 2 años
    Su­pon­go que mi pa­dre se arre­pin­tió, como de­bió de arre­pen­tir­se de todo toda la vida.
  • Natali Sánchezcompartió una citahace 2 años
    Se­gui­mos ci­ca­tri­zan­do bien, creo.

    No ha sido fá­cil.

    De­jar­se he­rir, tam­po­co.
  • Natali Sánchezcompartió una citahace 2 años
    Mi abue­lo se iba de­fi­ni­ti­va­men­te mu­chos años des­pués, sin coin­ci­dir con la fe­cha de la lá­pi­da.
  • Natali Sánchezcompartió una citahace 2 años
    El co­ra­zón se ins­ta­la don­de quie­re, pien­so
  • Natali Sánchezcompartió una citahace 2 años
    So­mos fríos. Ese hie­lo de los dos po­los man­tie­ne la tem­pe­ra­tu­ra de todo nues­tro pla­ne­ta, los gla­cia­res ha­cen más es­ta­ble nues­tra exis­ten­cia. Son un re­cur­so bá­si­co de agua dul­ce para los tiem­pos don­de hubo mu­chas lá­gri­mas, para evi­tar que la sal afec­te al fun­cio­na­mien­to nor­mal del co­ra­zón.
  • Natali Sánchezcompartió una citahace 2 años
    mu­rió en esta casa y algo de sus úl­ti­mos días se que­dó en­tre las co­sas. El alma per­te­ne­ce al que se va y a los que se que­dan, como un puen­te. Y la suya, al­gún tro­ci­to que debo ges­tio­nar, anda dan­do vuel­tas por esa ha­bi­ta­ción.
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