Magadalena Palmer

  • jaldinregina0compartió una citahace 4 meses
    Dejar las redes sociales.
  • ANGIE ALEXANDRA TELLO LOPEZcompartió una citahace 4 meses
    Plataformas como Facebook y Twitter están diseñadas para crear adicción. Si no podéis dejarlo del todo, al menos reducidlo.
  • Irasema Diazcompartió una citael mes pasado
    Vivimos en un mundo que no solo fomenta la locuacidad sino que prácticamente la exige, donde el éxito se mide por cuánta atención podemos atraer: conseguir un millón de seguidores en Twitter, convertirnos en una persona influyente en Instagram, hacer un vídeo viral, dar una charla TED.
  • Irasema Diazcompartió una citael mes pasado
    Tuiteamos por tuitear, hablamos por hablar.
  • Irasema Diazcompartió una citael mes pasado
    En toda la historia de la humanidad nunca ha habido una época tan ruidosa como la nuestra, y la tendencia va en aumento. No estamos hechos para una sobrestimulación tan constante, que daña nuestro cerebro —tal cual, provoca daños cerebrales— y pone a prueba nuestro sistema cardiovascular.
  • Irasema Diazcompartió una citael mes pasado
    Al igual que hay distintos tipos de habla compulsiva, también hay distintos tipos de habladores compulsivos. Los clasifico en seis categorías:

    Los egohabladores son los tipos que hablan en voz alta y lo saben todo (y sí, casi siempre son hombres), interrumpen a la gente y dominan las conversaciones porque creen sinceramente que sus ideas son mejores que las de los demás, aunque no sepan de qué están hablando. Silicon Valley, donde he desarrollado gran parte de mi carrera, está repleto de hombres (y siempre son hombres) que se han hecho ricos gracias al software y ahora lo saben todo sobre todo. ¿Cambio climático? ¿Cirugía cardíaca? ¿Bitcoins? No tienen ni idea, pero saben más que los expertos.

    Los habladores nerviosos sufren ansiedad social y parlotean para tranquilizarse.

    Los reflexivos piensan en voz alta —hablan consigo mismos, básicamente— y fastidian a todos los que los rodean.

    Los locuaces son muy verbales y piensan rápido, pero carecen de filtro.

    Los charlatanes sueltan tonterías, cuentan las mismas historias sin cesar y no paran aunque intentes interrumpirlos, como un coche sin frenos que se precipita cuesta abajo.
  • Irasema Diazcompartió una citael mes pasado
    Los adictos, los más extremos, son compulsivos y autodestructivos.
  • Irasema Diazcompartió una citael mes pasado
    Somos como hablamos. Es la forma en que nos definimos y la forma en la que percibimos a los demás. Cuando intentamos describir a alguien, ¿cómo lo hacemos? ¿En qué basamos nuestra evaluación? Normalmente definimos su personalidad describiendo su forma de hablar. ¿Habla rápido o despacio? ¿Silencioso o ruidoso? ¿Hablador o taciturno? Nuestra forma de hablar revela nuestra personalidad al mundo. En cierto modo, es nuestra personalidad. Si la cambiamos, cambiamos nuestra forma de ser.
  • Irasema Diazcompartió una citael mes pasado
    Pero entonces un puñado de empresas gigantes monopolizó Internet y volvió la tecnología en nuestra contra. En los últimos veinte años hemos experimentado un cambio tecnológico más espectacular que el del siglo anterior, pero nuestros cerebros no pueden evolucionar lo bastante rápido para seguir el ritmo. Las máquinas nos han superado y abrumado.
  • Irasema Diazcompartió una citael mes pasado
    Las redes sociales nos llevan a desarrollar una forma leve de trastorno de identidad disociativo, lo que antes se llamaba doble personalidad y era el tema de películas de terror como Psicosis y Sybil. Una mujer alemana desarrolló este trastorno tras pasar dos años desempeñando varias personalidades en juegos en línea.
    [45]
    Los psiquiatras han descubierto que los internautas más adictos suelen presentar síntomas disociativos.
    [46]
    Estamos experimentando una enfermedad mental a escala social, impulsada por un torrente de información. El mundo entero necesita desconectar.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)