Pepitas ed.

  • Roberto Cardozocompartió una citahace 10 meses
    Ahora que las noches son frías y la tierra ya no se ahueca cuando sale el sol, solo quedan en la huerta las berzas y las acelgas.
  • vbujeiro01461compartió una citael año pasado
    No quería que nuestras manos inocentes tocaran el motivo de sus penas, y al mismo tiempo tampoco quería tener que deshacerse por completo de sus recuerdos, porque la mantenían viva. Daban sentido a los días que le quedaban, y al mismo tiempo demostraban que no había tenido compasión con las dificultades que le habían salido al paso.
  • Estefania Cuetocompartió una citahace 2 meses
    para gente como nosotros, la tierra solo tiene valor si se trabaja. Sin eso, la tierra no es nada».
  • Daniela Valadezcompartió una citahace 2 meses
    Y me da más pena pensar que hoy en día sigo calibrando el tamaño de mi mal para decidir si es contable y, lo más importante, creíble: ¿me creerán si les digo que me duele? ¿Sufro lo suficiente como para que merezca ser contado?
  • Daniela Valadezcompartió una citahace 2 meses
    Sería bello decir que admiro a mi madre por su capacidad para darnos amor o para ser feliz, pero sería mentira. Yo admiro a mi madre de una forma pura y primitiva. Admiro su resistencia física, su capacidad de trabajo hasta la extenuación, su potencia para sostener materialmente a la tribu. Su innata disposición a la supervivencia.
  • Daniela Valadezcompartió una citahace 2 meses
    Mi cabeza, ese instrumento de destrucción masiva cuyo principal objetivo soy yo misma,
  • Daniela Valadezcompartió una citahace 2 meses
    El gran pecado mortal para la clase baja es la pereza,
  • Daniela Valadezcompartió una citahace 2 meses
    las uñas que ahora llevo muy largas por miedo a volver a morderlas si las veo al filo de la carne.
  • Daniela Valadezcompartió una citahace 2 meses
    Durante muchos años, eso me hizo sentir culpable y se convirtió en un pretexto inconsciente para dejarme explotar en múltiples trabajos
  • Daniela Valadezcompartió una citahace 2 meses
    Paso días y días atormentándome por cada una de las palabras que he dicho. Revivo las conversaciones, punto por punto, una y otra vez. Pienso en aquello que no dije y debería haber dicho. Pienso en lo que tendría que haber callado. Cada reposición mental me presenta un panorama más negro de mi intervención. Me torturo. Me torturo. Me torturo.
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