es

Hannah Arendt

  • Josué Osbournecompartió una citahace 6 meses
    Entonces, cuando les dices que cocinando bien, que el trabajo no deshonra, etcétera, se quedan pasmadas
  • Josué Osbournecompartió una citahace 6 meses
    Tengo todavía una última pregunta que oralmente sin duda no me podré permitir. Es muy posible que al final consiga acabar un libro en que estoy trabajando, una especie de segundo volumen de la Vita activa. Sobre las actividades no activas del ser humano: pensar, querer, juzgar. No tengo ni idea de si lo conseguiré ni, sobre todo, cuándo lo acabaré. Quizá nunca. Pero si lo acabo... ¿podré dedicártelo
  • Daniel Chazaricompartió una citahace 2 años
    Con irónica temeridad
    nada he olvidado:
    conozco el vacío
    y conozco la gravedad.
  • Sandy Jaguarcompartió una citahace 2 años
    Llegarán las horas
    en que las viejas heridas,
    esas que olvidamos hace tiempo,
    amenazarán con consumirnos.
  • O Hastingscompartió una citael año pasado
    Vente conmigo y quiéreme,
    no pienses en tus miedos.
  • O Hastingscompartió una citael año pasado
    Ven y habita
    en las oscuras y oblicuas cámaras de mi corazón,
  • Redmi MIT Procompartió una citahace 2 años
    Aquellos que recibieron explícitas noticias de la orden de Hitler no fueron simples «receptores de órdenes», sino que alcanzaron la superior importancia de «receptores de secretos», por lo que tuvieron que prestar un juramento especial al efecto
  • Redmi MIT Procompartió una citahace 2 años
    truco utilizado por Himmler —quien, al parecer, padecía muy fuertemente los efectos de aquellas reacciones instintivas— era muy simple y probablemente muy eficaz. Consistía en invertir la dirección de estos instintos, o sea, en dirigirlos hacia el propio sujeto activo. Por esto, los asesinos, en vez de decir: «¡Qué horrible es lo que hago a los demás!», decían: «¡Qué horribles espectáculos tengo que contemplar en el cumplimiento de mi deber, cuán dura es mi misión!».
  • Redmi MIT Procompartió una citahace 2 años
    («No cabe duda de que, sin la cooperación de las víctimas, hubiera sido poco menos que imposible que unos pocos miles de hombres, la mayoría de los cuales trabajaban en oficinas, liquidaran a muchos cientos de miles de individuos... En su itinerario hacia la muerte, los judíos polacos vieron a muy pocos alemanes»,
  • Redmi MIT Procompartió una citahace 2 años
    El problema, en este caso, no radica en averiguar si decían la verdad o no, antes bien consiste en hallar la razón por la cual, en la Alemania de Hitler, donde tanto abundaban los secretos, no hubo jamás secreto mejor guardado que este de la «oposición interna».
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)