Al llamar a Cristo el hijo de David y el hijo de Abraham, muestra que Dios es fiel a su promesa, y que va a cumplir cada palabra que ha pronunciado; y esto: 1. Aun cuando su realización se haya demorado tanto. Las demoras de los favores prometidos, aun cuando ejercitan nuestra paciencia, no debilitan la promesa de Dios. 2. Aun cuando algunos hayan comenzado a desesperar de su cumplimiento.