El modelo judío de pensamiento, cuyo mejor documento lo tenemos en la Biblia hebrea, es un típico «no sólo, sino también». David es el mayor rey de Israel, pero también es un adúltero; Coré es el mayor rebelde contra Dios y contra Moisés, y sus hijos son tenidos como autores de algunos de los más bellos salmos. No se da el blanco y el negro en la Biblia hebrea, sino más bien una paleta de 3.000 variantes de gris.