Un cartujo

  • juan diego esquivias padillacompartió una citahace 7 meses
    hay ciertos errores que sólo cometen quienes buscan la verdad. Y por ello son más peligrosos: saben presentarse bien, se insinúan con mañas insidiosas, con guante blanco de pureza, con rosadas banderolas de ideal o negra austeridad puritana.
  • juan diego esquivias padillacompartió una citahace 7 meses
    como alguien ha dicho últimamente en Italia con frase dura3— quizá volvería a asesinar a Cristo, si en locura de amor repitiese su divina aventura entre los hombres.
  • juan diego esquivias padillacompartió una citahace 7 meses
    se siente la tentación de repetir aquel golpe de martillo que Miguel Ángel dio sobre la rodilla de su espléndido Moisés, gritando: «¡Habla!». Era perfecto, pero sin vida. Otras veces, al contemplar el «vivir» de muchos exactos funcionarios de nuestro Cristianismo, ¿no te acuerdas de aquel corazón de embrión de pollo que Alexis Carrel hizo latir in vitro durante veintisiete años de trabajosa vigilancia? Hay que reconocer que tampoco es cómodo vivir así, pero ¡es tan triste un trabajo tan ímprobo para lograr sólo una vida bastarda!
  • juan diego esquivias padillacompartió una citahace 7 meses
    como afirma un dicho italiano, se hace lo que se debe —¡agotándolo!—, después se hace lo que se puede, y ¡entonces será posible hacer lo que se quiere!
  • juan diego esquivias padillacompartió una citahace 7 meses
    ue el buen cristiano que ora tiene incesantemente en al boca aquellas llameantes palabras de San Francisco Xavier: Amplius, Domine, amplius!; ¡Más, Señor, más! Todo hombre de oración debe ser un «varón de deseos» (Dan 9, 23), una «llama de amor viva», y el fuego, como dice San Agustín, nunca dice basta. Y añade el mismo Santo: Dixisti sufficit, et periisti!: ¿Dijiste basta? ¡Pereciste!9.
  • juan diego esquivias padillacompartió una citahace 7 meses
    Hace unos cinco años la revista francesa La Vie Spirituelle abrió la encuesta siguiente: «¿Hacia qué tipo de santidad nos encaminamos?»
  • juan diego esquivias padillacompartió una citahace 7 meses
    Los lectores de esta Colección saben bien cuál es —y cuán grande— «el valor divino de lo humano». Clara, recia y muy sobrenaturalmente lo ha entendido J. Urteaga10, y lo ha expresado en prosa caliente y juvenil. Saben perfectamente que los valores humanos hay que utilizarlos, que sería erróneo querer prescindir de ellos, que hay que entroncarlos en una auténtica vida interior, porque la naturaleza no es destruida por la gracia. En efecto, las virtudes humanas tienen mucho de divino, pues divinizadas fueron por el mismo Cristo, que gustaba de llamarse «Hijo del Hombre», y encontraba sus delicias en estar con los hijos de los hombres. Aquel «por quien fueron hechas todas las cosas» (Credo de la Misa; Io 1, 3) ama cuanto existe y «nada puede odiar de lo que hizo» (Sap 11, 25).
  • juan diego esquivias padillacompartió una citahace 7 meses
    Muchos no han logrado calar en la profundidad sobrenatural que encierra la búsqueda de la perfección en la vida ordinaria, y van detrás tan sólo de una perfección puramente humana, lograda a fuerza de voluntad, perfección que deberíamos llamar «apolínea».
  • juan diego esquivias padillacompartió una citahace 7 meses
    el espejismo de buscar tales facilidades excesivas en la vida espiritual está basado en un gran embuste, ya que históricamente el humanismo antropocéntrico y egoísta ha fracasado. Como decía Mons. Olgiati en la Semana de Espiritualidad de 1949 en Roma: Exaltando al hombre —Uebermensch— nos han dado el Untermensch, un ser inferior al hombre; el ejemplo de la Alemania racista y nietzscheana grita bien alto.
  • juan diego esquivias padillacompartió una citahace 7 meses
    para decirlo con Thibon, digamos que todo hombre ha de perderse: o entre los demás hombres o en Dios
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