Acabas de depositar tu cabeza en la almohada. Te observo acostado, cubierto únicamente por la sábana de satín. Imagino cuanto tiempo nos tomará conseguir dejar totalmente atrás el pasado que aún te persigue. Pero lo lograremos. Te lo aseguro.
Cuentas conmigo. Hoy y siempre... Y quiero que sepas que no te reprocho nada. Que no siento celos retrospectivos y que soy tuya para toda la vida. Por otra parte necesito decirte cómo y en qué medida te amo. Eres un gran hombre, Efrén. Sensible, tierno, bondadoso, varonil, inteligente. Y me siento muy feliz de haber logrado aguardar para ti. Especialmente porque sé que tú sabes valorar eso.
Muchas veces me vi presionada y hasta empujada a tener sexo: rechacé incontables oportunidades. En realidad fue muy difícil esperar sin saber por qué o para quién, pero ahora que te tengo no sólo no me arrepiento sino que me siento muy satisfecho, de haberlo hecho.
¿Sabes? En este inmensurable enamoramiento, sintiéndome loca por ti, he deseado tener muchas cosas para darte, pero no soy rica, ni tengo nada material con qué demostrar mi absoluta entrega, y. . . Hace unos minutos me di cuenta con gran regocijo que tú no me pedías nada, no querías nada de mí EXCEPTO A MÍ... Me agradó observar tu ansiedad, tu mirada profunda, tu palpitar cardiaco. Fue hermoso sentir la desesperación de tus abrazos, la fusión de mi piel con tu piel. Te amé como nunca al entender que estaba en posibilidad de darte lo que tú más deseabas: mi cuerpo entero, completo, sin manchas, sin vestigios.
Eso, para mí, ha justificado plenamente el sacrificio de esperar...
Esta noche ha quedado grabada con fuego en mi vida porque a mi vez gocé de ti, disfruté plenamente sabiendo que he de vivir contigo esta experiencia cientos de veces más y, aunque las próximas lleguen a ser mejores, SIEMPRE HABRÁ SÓLO UNA PRIMERA VEZ...
que lindaaaaaaaa<3