Román Piña Chán

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    Y así llegaría a convertirse en una serpiente-pájaro fantástica y celeste, anunciadora de las lluvias fertilizantes, del agua celeste, por lo cual se relacionaba también con la tierra y la fecundidad; a la vez que podía ser el símbolo de lo espiritual (cielo, lluvia) y de lo material (tierra, fertilidad, vegetación), es decir, celeste y terrestre al mismo tiempo.
  • Naomi Sotelocompartió una citahace 2 años
    todo lo cual permitiría la creación de Quetzalcóatl en Xochicalco, Morelos.
  • Naomi Sotelocompartió una citahace 2 años
    resumen, de todo lo expuesto hasta aquí se puede concluir que los dioses nacieron en la mentalidad teocrática para personificar a las fuerzas de la Naturaleza que debían ser conciliadas y reverenciadas; que el pájaro-serpiente o serpiente emplumada se ubicó en el cielo como símbolo de la nube de agua, de la lluvia; que la serpiente emplumada se asoció al dios Tláloc y era el animal que anunciaba la llegada del dios (lluvia); que ambos podían ser adorados separadamente, pero que eran complementarios; que los sacerdotes dedicados a sus cultos llevaban los atributos y simbología de dichas deidades, por los cuales eran reconocidos; y que en esta rica simbología había conceptos e ideas religiosos ya establecidos
  • Naomi Sotelocompartió una citahace 2 años
    Quetzalcóatl o Venus, al “hombre-pájaro-serpiente”,
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