Yo no quiero una mujer de la prehistoria. Eres la esposa de un hombre liberal y no de un fundamentalista.
Y liberal lo es Sultán en muchos aspectos. En su viaje a Irán compró ropa occidental para él y su joven esposa, acostumbraba a calificar la burka como una jaula represora, y le alegraba que hubiera mujeres ministras en el nuevo gobierno. Deseaba de todo corazón que Afganistán se convirtiera en un país moderno y podía argumentar con entusiasmo sobre la emancipación de la mujer. Pero en casa seguía siendo el patriarca autoritario.