El tercer pretendiente oficial era Khaled, otro primo suyo. Era un joven tranquilo y guapo que Leila conocía desde pequeña y que de hecho le caía bien; además, era amable y tenía ojos cálidos y hermosos. Pero, ¡qué familia la suya! Era espantosa y numerosa, un total de treinta personas. Su padre era un viejo severo que acababa de salir de la cárcel después de haber sido acusado de colaborar con los talibanes