Mily Sietecompartió una citahace 4 años
En cierta ocasión, cuando ya era un experto piloto de líneas aéreas, viajando solo, sufrió una avería que le obligó a tomar tierra en el corazón del desierto del Sahara. Allí, al amanecer, se produjo su desconcertante encuentro con el Principito.

La primera noche dormí sobre la arena a mil kilómetros de cualquier tierra habitada. Estaba más aislado que un náufrago sobre un tronco en medio del océano. Imaginaos mi sorpresa cuando, al clarear el día, me despertó una voz cristalina que decía:

–Por favor, píntame una ovejita.

–¿Qué dices?

–Píntame una ovejita.
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