Dios
Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que allí fijaste, me pregunto: «¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?»
SALMOS 8:3-4
Alza tus ojos a los cielos y cuenta las estrellas. Escucha al astrónomo cuando te dice que esas pequeñas motas de luz son mundos poderosos, algunos de ellos infinitamente superiores a este mundo nuestro y que en el cielo resplandecen millones y millones de mundos así y que quizá todos estos millones que podemos ver son solo una pequeña esquina, una pequeña duna de los mundos que Dios ha hecho, mientras que a lo largo del espacio ilimitado pudieran haber leguas de mundos, si se me permite la expresión, tan innumerables como la arena que circunda la costa de la profundidad. Y ahora, un hombre en un mundo ¡qué pequeño! Un