Con cada cambiosurgen nuevos desafíos, y con ellos más cambios. En ese remolino es fácil perderse...
Por eso necesitamos un faro que nos guíe. Una luz que nos ilumine
e inspire para saber proceder y lograr transformar la dificultad en
oportunidad. Los cambios deben verse como nuevos retos qué vencer,
algo que nos fortalecerá, y a partir de lo cual lograremos consolidar
nuestras vidas en lo personal y lo profesional. Nuestro desafío consiste
en hacer que los cambios, en lugar de generar problemas, se vuelvan
oportunidades para reinventar el destino que imaginamos cuando
nos embarcamos en la aventura. Cualquiera que sea la que escogimos.
Cualquiera que nos toque vivir.
Ese faro que debe conducirnos es la ética. Son los valores, porque con
ellos tenemos claro el camino: a pesar del remolino de lo inesperado y los
cambios a los que estamos sujetos como personas, como empresas y como nación, los valores humanos iluminan, inspiran y fortalecen. Son ellos los que guían nuestras vidas.
