Desde tiempo remoto, los aedos han cantado al amor, la guerra, la soledad, la melancolía o el olvido, y los poemas homéricos no son una excepción. Rescatando esa tradición, en estos relatos encontramos los celos de Hera, la cólera de Aquiles, el dolor de las troyanas, la muerte de Héctor, los viajes de Hermes o la espera de Penélope, contados con delicada brillantez y con la actualidad que le aportan personajes que podrían transitar por una ciudad cualquiera de nuestro siglo.