Para el caso particular de las mujeres que tienen sexo con mujeres, incluyendo las homosexuales, bisexuales, transgénero y trabajadoras sexuales, se ha señalado que esta precariedad aumenta al quedar por fuera de los focos y de las agendas de investigación e intervención frente al VIH, las cuales siguen siendo permeadas por prejuicios de género y concepciones heteronormativas (Palma, Munévar, & Orcasita, 2014).