El silencio de la ciudad blanca

¿Puede una persona, por muy demonio que sea, estar en dos sitios a la vez?

veces miramos hacia atrás y vemos claramente que se pueden unir los puntos que nos han llevado hasta el present

Ha quedado su legado, lo más valioso para mí: el amor por la literatura que me inculcó.

«Menos mal que con los rifles no se matan las palabras», me repetí.

solía subir de madrugada cuando todavía practicaba running con la esperanza de encontrarme con… qué más me daba. Qué más me daba.

No quiero que me necesites, ni quiero necesitarte para que me consueles. Los dos somos fuertes, nos levantaremos de esta.

Estoy cansado de esperar a que las circunstancias sean perfectas, nunca lo son.

Yo sí que siento, tal vez demasiado, y ahora mismo tengo los sentimientos en carne viva.

Tal vez fui demasiado duro, pero tenía demasiada rabia dentro, de esa rabia tóxica que te pone negras las entrañas.

Lo nuestro fue real. Sigue siendo real.