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Libros
Barbara Pym

Cuarteto de otoño

Barbara Pym escribió Cuarteto de otoño sin grandes esperanzas de que viera la luz. Llevaba tiempo sin publicar, al considerar sus editores que había quedado anclada en un costumbrismo apolillado y poco comercial. Después de que el poeta Philip Larkin y el crítico lord David Cecil reivindicaran su valía. Pym encontró editor para este libro, que resultó finalista del Premio Booker en 1977 y la consagró como una de las autoras inglesas más leídas y queridas del siglo XX.

Los protagonistas de esta novela trabajan en la misma oficina y afrontan el otoño de su vida sumidos en la soledad. Letty se va a jubilar sin haber encontrado el amor. Marcia tiene un carácter excéntrico y hosco, cualidades que se han acentuado desde que le practicaron una mastectomía. Edwin es un viudo obsesionado con asistir a ceremonias religiosas, y Norman un misántropo muy dado al sarcasmo. Todos viven suspendidos entre sus recuerdos de la guerra, un presente que no comprenden —el Londres del rock and roll y la minifalda— y un futuro lúgubre. Todos se obstinan, sin embargo, en encontrar la esperanza en una sociedad que les da la espalda o se apiada de ellos. Cuarteto de otoño es un estudio sutil de la soledad en la edad tardía, el retrato de cuatro vidas humildes pero dignas de atención, pese a no tener, como advierte Letty, «ningún interés para los escritores de narrativa contemporánea».
231 páginas impresas
Publicación original
2021
Año de publicación
2021
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Opiniones

  • Antonieta Chávezcompartió su opiniónhace 2 años
    👍Me gustó

    Una imagen excelente de lo que una persona de la tercera edad vive, siente y ambiciona.

  • Dianela Villicaña Denacompartió su opiniónel año pasado
    👍Me gustó
    🔮Profundo
    💧Prepárate para llorar

  • Tess Pedrocompartió su opiniónhace 2 años
    👍Me gustó
    🔮Profundo
    🎯Justo en el blanco

Citas

  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Aun así, sospechaba que Marcia no había sido de mirarse demasiado al espejo. No daba la impresión de preocuparse mucho por su apariencia, en el mejor de los casos, ni siquiera con el pelo teñido
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Que dos mujeres compitieran por el amor de un clérigo empleando como armas de seducción la comida y el vino tenía algo de escandaloso, pero toda la historia cuadraba perfectamente. La humanidad que todos compartimos..
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Letty sentía por el clero un respeto anticuado que ya parecía en desuso en los años setenta, cuando en repetidas ocasiones había constatado en primera persona que, en muchos aspectos, eran igualitos al resto de los hombres, o incluso más

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