Melissa Ordoñez Hurtadocompartió una citahace 22 días
Alzó la vista hacia el hueco de la escalera, pero sólo encontró un ojo vacío que también la observaba, sin inmutarse.
Melissa Ordoñez Hurtadocompartió una citahace 22 días
Se ve, está viendo su reflejo, él todavía está ahí, concluyó Emma Zunz para sus adentros, y el gato se volvió como si la hubiera oído y la interrogó en silencio, con sus ojos de moneda antigua.
Melissa Ordoñez Hurtadocompartió una citahace 22 días
No la siguió a la cocina, donde sí la esperaban los otros gatos, todos sus hombres. Hambrientos y quejosos, intrigados quizás por la presencia de aquel intruso o al que de alguna manera entendían que era mejor no acercarse.
Melissa Ordoñez Hurtadocompartió una citahace 22 días
Un extraño encapuchado que no distinguía los colores de los rótulos y los sombreros de las vitrinas junto a las que pasó aquella mañana, porque los había perdido la noche de la explosión. Tan solo le quedaban algunos matices de amarillo pero el azul se había extinguido para siempre, y el rojo había pasado a confundirse con el hilo alquitranado que manaba de las únicas muñecas infantiles del bloque,
Melissa Ordoñez Hurtadocompartió una citahace 22 días
Y entonces aquel hombre que de noche soñaba que volvía a encontrar las manos de su hija muerta entre los escombros, cruzó la ciudad para achicar el agua en un edificio de la parte vieja.
Elba Gutiérrezcompartió una citahace 3 años
que devoraba los últimos restos de un uniforme hasta convertirlos en el mapa efímero de un minúsculo lugar que dejó de existir de pronto
Elba Gutiérrezcompartió una citahace 3 años
pelaje del color de las sombras
Elba Gutiérrezcompartió una citahace 3 años
cuerpo de gata blanc
Elba Gutiérrezcompartió una citahace 3 años
Ruidos de la vida que precisa de la muerte en el olor caliente que chisporroteaba en el aire, pedazos de seres, materia que hervía en aceite y se retorcía con un espasmo, como si el animal fragmentado recobrara por un instante la memoria del movimiento.