Este libro, construido a partir de un extenso epistolario, sigue la pista de una compañía comercial neogranadína desde sus orígenes en 1796 hasta la batalla de Boyacá. Creada por los peninsulares Juan Barrio y Tomás Sordo, la firma se especializó desde el comienzo en el abasto de la provincia de Antioquia. Luego de pagar la novatada con un cargamento de mercancías ilícitas, los socios comprendieron la necesidad de acercarse al poder e instalaron su oficina central en Santa Fe, logrando insertarse en una de las redes políticas y comerciales más importantes del virreinato, ligada íntimamente al virrey Amar y Borbón. Poco a poco diversificaron su portafolio y ampliaron su presencia geográfica hasta cubrir buena parte de las provincias del Reino. Además de su papel como mayoristas y distribuidores, supieron posicionarse como una agencia cambiaria y de tráfico de influencias, como un operador logístico y como un pequeño banco. Todo iba viento en popa cuando estalló la revolución, que los obligó a trasladar la compañía a Maracaibo y a abrirse al Atlántico, habiéndose esfumado para siempre la vieja intermediación peninsular.