El estreno de esta obra en el Teatro Solís de Montevideo en junio de 1908 terminó con el arresto del autor durante un día por haber «promovido escándalo» al insistir en la postergación de la representación para favorecer el estreno de la misma obra en versión italiana en el Teatro Urquiza. El propio Sánchez explicó a su manera el asunto en una carta al diario 'El Día', echando la culpa al director del Solís.