Un problema que se nota especialmente en El horror de Dunwich, donde una campesina analfabeta, sin haber conocido hombre alguno, da a luz a una criatura monstruosa, dotada de poderes sobrehumanos. Esta encarnación al revés acaba con una repugnante parodia de la Pasión, en la que la criatura, sacrificada en la cima de una montaña que domina Dunwich,