fuera bastante a derretirle los sesos, si algunos tuviera
Bitácoracompartió una citahace 4 meses
¿Dónde estás, señora mía,
que no te duele mi mal?
O no lo sabes, señora,
o eres falsa y desleal.
Bitácoracompartió una citahace 4 meses
Contó el ventero a todos cuantos estaban en la venta la locura de su huésped, la vela de las armas y la armazón de caballería que esperaba
Bitácoracompartió una citahace 4 meses
pero lo que yo he podido averiguar en este caso,
Pista para deducir el narrador?
Bitácoracompartió una citahace 4 meses
«Apenas había el rubicundo Apolo[14] tendido por la faz de la ancha y espaciosa tierra las doradas hebras de sus hermosos cabellos, y apenas los pequeños y pintados[15] pajarillos con sus harpadas[16] lenguas habían saludado con dulce y meliflua armonía la venida de la rosada aurora, que, dejando la blanda cama del celoso marido
Bitácoracompartió una citahace 4 meses
y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el celebro de manera que vino a perder el juicio
Bitácoracompartió una citahace 4 meses
«La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura»
Adricompartió una citahace 5 años
porque le estaba dando con una pretina[8] muchos azotes un labrador de buen talle, y cada azote le acompañaba con una reprehensión y consejo
Adricompartió una citahace 5 años
hizo más de tres la cabeza del segundo arriero
Adricompartió una citahace 5 años
que el trabajo y peso de las armas no se puede llevar sin el gobierno de las tripas.