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Santiago Beruete

Jardinosofía

  • Michelle Vencescompartió una citahace 4 meses
    Según Eliade, el laberinto es una imago mundi y su misión consiste en proteger el centro, esto es, el acceso iniciático a la sacralidad, la inmortalidad y la realidad profunda.
  • Michelle Vencescompartió una citahace 4 meses
    Debido a la pobreza de flores ornamentales, la ornamentación geométrica mediante líneas de plantas verdes era una necesidad en los jardines medievales, y uno puede entender consecuentemente que esta única clase posible de decoración puede haber conducido a los jardineros del siglo XVI a introducir laberintos de diseños caprichosos en los pavimentos de las iglesias que tenían cada día bajo sus ojos
  • Michelle Vencescompartió una citahace 4 meses
    la realización de dédalos verdes obedeció a una necesidad estética y no a un mero capricho o moda pasajera, y estuvo relacionada con la precariedad de los recursos a disposición del jardinero.
  • Michelle Vencescompartió una citahace 4 meses
    elementos ornamentales como el banco del césped, las platabandas o los arriates cuadrados con flores, legumbres o hierbas, la poda en círculos superpuestos de los árboles, las vallas de ramas entrelazadas o las pérgolas decorativas con plantas trepadoras, una de las aportaciones más originales y duraderas de la jardinería medieval fue, sin duda, los laberintos vegetales
  • Michelle Vencescompartió una citahace 4 meses
    Desde finales del siglo XI hasta el siglo XIV, a la simbología del jardín como paraíso, lugar de recogimiento espiritual y meditación se añade la de sensual marco de las escenas galantes, fuente de inspiración poética y escenario de la erótica y el juego cortés. A la imagen del paradisus claustralis y el hortus conclusus se superpone la del jardín de las delicias y el locus amoenus. El jardín ya no es solo sinónimo de inocencia, pureza y virginidad sino también de amor, deseo y seducción.
  • Michelle Vencescompartió una citahace 4 meses
    El influjo latino no solo se deja sentir en el trazado geométrico, la predilección por la línea recta y la racionalización extrema del espacio, sino también en la afición a recortar las plantas para darles formas caprichosas. Aunque lejos de los sofisticados logros del ars topiaria romana, los jardineros de la baja Edad Media gustan de podar los arbustos siguiendo la técnica de los discos superpuestos. Para ser más precisos, sujetaban las ramas en crecimiento de árboles y arbustos sobre los radios de una rueda de madera o metal, y las recortaban cuidadosamente para darles la forma deseada.12
  • Michelle Vencescompartió una citahace 4 meses
    jardín medieval son su planta cuadrangular, su cerramiento perimetral y el carácter utilitario de sus plantaciones. Tanto la reiteración exhaustiva de los elementos formales como la geometrización del trazado parecen obedecer menos a un sentido estético que a la búsqueda de una seguridad que emane del simbolismo religioso.
  • Michelle Vencescompartió una citahace 4 meses
    Su representación ideal, más comúnmente plasmada en pinturas que en el paisaje mismo, está repleta de símbolos que recuerdan acontecimientos sagrados de la tradición cristiana: lirios blancos que sugieren pureza; rosas rojas, el amor divino; fresas, la fruta de la rectitud con hojas trifoliadas que simbolizan la trinidad; y las manzanas en la mesa del jardín, que recuerdan al hombre su caída así como la salvación de Cristo.11
  • Michelle Vencescompartió una citahace 4 meses
    El claustro adopta generalmente una forma cuadrada y está dividido en cuatro sectores por los senderos que lo atraviesan dibujando una cruz. En el punto de intersección hay, como hemos visto, una fuente, un rosal, un pozo o un árbol que señala el omphalos, el centro del mundo, y el lugar por donde pasa el axis mundi, el eje cósmico de unión entre el cielo y la tierra. La magia del claustro se cifra en el número cuatro. Los elementos cuaternarios se repiten en el jardín claustral trayendo a la mente un sinfín de significados: los cuatro ríos del Paraíso, los cuatro evangelistas, las cuatro virtudes cardinales, los cuatro ángulos de la tierra desde donde, según el Apocalipsis, soplan los cuatro vientos, las cuatro edades del hombre, las cuatro estaciones, los cuatro puntos cardinales… Corresponde también al simbolismo del número cuatro y de todas las divisiones cuatripartitas la idea de universalidad, de microcosmos. Unas líneas de Tuan pueden ayudarnos a entender mejor los múltiples significados del jardín:
  • Michelle Vencescompartió una citahace 4 meses
    El claustro ocupaba el centro constructivo y encerraba el jardín. La vida monástica giraba en torno a esa galería porticada, claramente emparentada con el patio peristilado romano, convertida en un lugar privilegiado para la oración, la meditación y la deambulatio, y que simbolizaba la unión con lo divino.
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