Hermann Linch, el protagonista de la novela, ha recibido de la vida una buena posición social, económica y académica. Lo tiene todo para disfrutar de la vida e incluso sobresalir, pero en su carácter no hay nada que lo lleve a descollar entre sus conciudadanos. Su vida es de lo más corriente salvo en un aspecto que lo singulariza: incapaz de vivir y disfrutar directamente de la vida adopta la posición del observador, del coleccionista que prefiere la vivisección a las relaciones vitales. Su pasión por la observación y el análisis le lleva a organizar, gracias a su poder económico, una suerte de Gran hermano televisivo, con una fuerte recompensa económica para todos y cada uno de los participantes, sus seres más queridos, poniéndolos en situaciones críticas y de enfrentamiento.
Con una estructura narrativa bien diseñada la autora va presentando y analizando el carácter de todos los personajes que intervienen en el drama.<
La acción transcurre en una ciudad imaginaria, sin rasgos que permitan ubicarla en una país determinado, para reforzar la soledad del protagonista. Leena H. consigue convertir la vulgaridad de la vida y la soledad invididual en las grandes ciudades en un tema puramente literarario con un estilo sobrio pero evocador.