—Te amo, Meg. Quiero casarme contigo. Quiero dormir contigo todas las noches, hacer el amor contigo, tener hijos. Quiero que luchemos juntos, que trabajemos juntos y... simplemente que estemos juntos. ¿Vas a quedarte ahí parada, mirándome, o vas a sacarme de esta miseria y decirme que todavía me amas, al menos un poco?