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Alex Iantaffi,Meg-John Barker

Cómo entender tu género

  • Alberto Rosascompartió una citael año pasado
    La colonización ha tenido un profundo impacto en todo el mundo sobre muchos aspectos, incluido el género. Sin embargo, los pueblos indígenas siguen padeciendo este trauma cultural e intergeneracional en muchas facetas de sus vidas, incluido el género, de maneras muy específicas y en muchos lugares del planeta.
  • Alberto Rosascompartió una citael año pasado
    la noción de género binario se ha vuelto tan popular que mucha gente piensa que es «lo natural» y una consecuencia evidente de nuestra biología.
  • Alberto Rosascompartió una citael año pasado
    La expresión de género se refiere a las maneras de hablar y de moverse, a la ropa y los zapatos que usamos, a cómo nos peinamos, a cómo podemos manifestar esta autopercepción a través del maquillaje o los accesorios y a cómo interactuamos con otras personas y con nuestro entorno.
  • Alberto Rosascompartió una citael año pasado
    el género es multifacético. Además de ser un término que describe las expectativas de una cultura, lugar y momento específicos, también se refiere a aspectos de nuestras identidades, roles, expresiones y experiencias.
  • Alberto Rosascompartió una citael año pasado
    Los mensajes culturales que se nos dan sobre lo que es apropiado para alguien de nuestro género determinan qué cosas hacemos y cuáles no. También qué cosas nos parecen agradables, pues recibimos muchas recompensas y aprobación por hacerlas, mientras que corremos el riesgo de que nos avergüencen o nos castiguen si hacemos algo que no está socialmente aprobado.
  • Alberto Rosascompartió una citael año pasado
    Hay estudios que demuestran que las personas con experiencias y expresiones de género diversas y expansivas han existido en todo tiempo y lugar, adoptando diferentes formas en cada periodo histórico y en las distintas culturas de todo el mundo.
  • Alberto Rosascompartió una citael año pasado
    La experiencia de una persona es su experiencia, y las múltiples y complejas razones que haya detrás —incluso si pudiéramos entenderlas todas— no deberían suponer ninguna diferencia en cuanto a tratarla bien o mal, reconocer sus derechos como ser humano o ayudarla para que viva lo más a gusto y satisfecha posible en el mundo.
  • Alberto Rosascompartió una citael año pasado
    el sexo en sí mismo tampoco es de naturaleza binaria. Existen distintas variaciones y combinaciones de características internas y externas en plantas, animales y seres humanos. Estas variaciones incluyen plantas y animales que incluso cambian de características sexuales con el tiempo, en función de las condiciones ambientales y como respuesta a ellas.
  • Alberto Rosascompartió una citael año pasado
    Cuando hablamos de sexo, tendemos a pensar en una división biológica binaria entre varón y mujer. Sin embargo, las estructuras externas e internas de nuestros cuerpos no son inherentemente masculinas o femeninas. Por ejemplo, los penes y las vaginas no son intrínsecamente masculinos o femeninos. Como hemos mencionado en el párrafo anterior, al confundir el sexo con los genitales ignoramos una gran parte de nuestra anatomía interna, es decir, nuestra estructura cromosómica. Es muy difícil saber cuál es nuestro sexo real a menos que tengamos en cuenta cada una de las posibles facetas de nuestras estructuras internas y externas.
  • Alberto Rosascompartió una citael año pasado
    El sexo nos lo asignan, al nacer, el personal médico y nuestras familias, basándose por lo general en los genitales con los que venimos al mundo. Si alguien nace con pene, se le asigna el sexo «varón»; si nace con vagina, «mujer»; y si los genitales se consideran ambiguos, se le puede asignar la etiqueta de «hermafrodita».
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