Si algo se rompe, aunque se vuelvan a juntar los pedazos, se nota. Las juntas pueden estar pegadas con mayor o menor habilidad, pero la grieta está ahí, aunque la disimules con un toque de barniz, con un relato melancólico y drama queen de superación personal… ¿acaso relacional?
Por otro lado y aunque nos cueste creerlo, lo roto puede ser más hermoso que lo entero, más original y más dispuesto a dar la batalla, a meterse en polvareda, a enfangarse. Todo lo nuevo y reluciente da cosa usarlo por miedo a que se estropee.