Filippa Stagnaro, regidora de la villa de Adra y heredera del ingenio azucarero más importante de la región, deberá enfrentar los fantasmas de su pasado y luchar por el legado de su padre, Nicola Stagnaro, un noble emprendedor genovés, en medio de traiciones y la constante amenaza de una competencia perversa. Pasado y presente se fusionan para revivir dos historias de amor enmarcadas por la expulsión de los jesuitas, las influencias de un movimiento cultural e intelectual del siglo xviii, un fatigoso juicio de hidalguía y el rescate del único hijo de Filippa, de las garras del pacificador español Pablo Morillo en Cartagena.